Aquellos que empezaron a bailar en las calles de Nueva York a mediados del siglo XX nunca hubieran imaginado que unas siete décadas después, la disciplina que se formó sería un deporte olímpico. Y es que el breakdance es ya un deporte parte del programa olímpico, que se disputará a partir de los Juegos Olímpicos de Verano de París 2024.
Esta decisión fue polémica, por muchas razones. Existen muchos deportes históricamente excluidos, como el béisbol y el sóftbol, además del kárate, que suelen ser excluidos del programa olímpico, mientras incorporan al breakdance. También, muchos sostienen que el breakdance no puede ser un deporte porque es baile.
Éxito juvenil
El propósito del Comité Olímpico Internacional es que los Juegos Olímpicos no queden obsoletos y anticuados, ante lo que incorporaron el surf, el skate, el snowboard en los juegos invernales, y ahora el breakdance. Esta disciplina de baile fue un éxito tras su incorporación al programa olímpico de los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires 2018.
Aún existen muchas dudas sobre cómo se calificará el breakdance, quiénes serán los jurados, cómo se compondrán las federaciones, entre muchos otros. Pero quedan pocas dudas que es un deporte que llegó para quedarse.